Descripción
Durante el siglo XIX, los Philosophical Toys promovieron y acompañaron el desarrollo de los estudios sobre el movimiento, oscilando entre una mera curiosidad por los efectos ópticos y una argumentación fisiológica sobre el funcionamiento de la vista. Todos los artefactos que poblaron el siglo con nombres tan estrafalarios como kinesígrafo o zootropo quedaron agrupados bajo ese título genérico. Inquietante definición en la que todavía se mantenían unidas la dimensión del juego y la del pensamiento. Los juguetes filosóficos conducen al espectáculo del cine. Desmontados hacen posible las investigaciones de Eadweard Muybridge o de Étienne-Jules Marey.
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