Descripción
-Con malos cimientos se levantan débiles edificios. La generación de la Transición cerró la puerta y puso un filtro cultural donde para entrar había que recitar su nuevo catecismo. Sólo cuando sus protagonistas dejen de decir: ¡Hicimos una gesta maravillosa! y lo sustituyan por el más humilde: Hicimos lo que pudimos, podremos dar cuenta de la escasa calidad de la democracia española. Una transición de mentira que construyó una democracia de mentira. Mentiras acerca de los que lucharon por la democracia antes que nosotros y aún están enterrados en cunetas; mentiras sobre la posibilidad de ser demócrata sin ser antifranquista; mentiras sobre una Iglesia autoritaria -
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