Descripción
Una de las formas como con frecuencia se ha cuestionado la realidad de Dios, y de nuestra relación con Él, ha sido calificarla como una ilusión. Este término tiene diversos significados: puede ser la imaginación de algo inexistente que se asume como si fuera real, y que no es más que un sueño engañoso (ilusión subjetiva); pero puede ser también el anhelo y la esperanza de alcanzar algo que es posible y realizable como compleción de la propia existencia (ilusión objetiva). Vale la pena considerar algunos ejemplos de la tendencia a calificar a Dios como ilusión subjetiva y, al mismo tiempo, llamar la atención sobre los fundamentos antropológicos de una posible ilusión objetiva. (El autor)
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