Descripción
Las naciones más ricas del mundo han invertido vastas cantidades de sangre y dinero en el seguimiento y la captura de narcotraficantes, distribuidores y consumidores, así como en destruir cultivos y confiscar envíos; sin embargo, el comercio mundial de drogas ilícitas está prosperando, sin que parezca que vaya a disminuir el consumo, a pesar de décadas de prohibición. Este trabajo argumenta que el régimen actual de aplicación de las leyes no solamente está fracasando a la hora de ganar la guerra contra las drogas, sino que está atizando y prolongando el conflicto en las calles de los países productores y de tránsito.
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